Están las que son Rojas y están las que no son rojas. Hay Manzanas a las que puedes darle la vuelta, pero hay otras en las que después de horas de caminar, te rindes, das media vuelta y solamente te preguntas si existe el otro lado de la Manzana.
Hay gente que ha perdido toda su vida en encontrarlo pero también hay gente que no lo ha necesitado, que nunca se han encontrado una Manzana a la que no puedan darle la vuelta.
Hay gente muy chingona que puede darle la vuelta a cualquier Manzana, y hay gente como el Hermano (que es alérgico a las Manzanas, by the way) que viven, para mí, en el otro lado de la Manzana.
Hay gente que odia las Manzanas, como el Urbanita. Hay gente que prefiere las peras, que para mí, la pera es sólo un Manzanoide que después de piratearse el concepto, buscó su independencia.
Hay quien le encuentra usos excentricos a las Manzanas.
Hay quien me llama Manzana.
Debe de haber gente que conozca el otro lado de la Manzana, pero le guste más este lado.
Y no se si haya alguien más así, pero yo me considero un poco de todo lo anterior.
(Esto lo escribí comiendo uvas verdes)
