Perdí a un gran amigo, un amigo con el que pocos (o tal vez solo Yo) hablaban, pero él varias veces era escuchado por muchos. Con él viví varias de las mejores experiencias de mi vida y con él me desahogé de las peores.
Perdí una parte escencial de mi vida, de mi cuerpo. Una extensión a mi expresión, el verdadero artista detrás de mi éxito.
El remplazo físico y material será relativamente fácil, su pérdida no vino en el peor de los momentos. Sin embargo nunca nadie podrá reemplazar lo que sentía por él.
Si acaso lo ves, dile que lo extraño. Tiene un solo brazo con cuatro largos dedos, en su cabeza tiene cuatro ojos plateados. Su silueta y color son muy comunes, pero tiene una cicatriz única en la espalda que obtuvo en un accidente rockeando.
Que materialista extrañar a un pedazo de madera, pero no es su madera la que extraño, no es el acero de sus cuerdas, ni siquiera su sonido. Extraño la forma en la que nos conocíamos perfectamente, después de cinco años de tocar juntos. Lo extraño porque gracias a él me volví bajista.
Soy un músico materialista y sentimentalista y extraño a mi primer bajo, a mi amigo, a mi Amnehodenphinix.
1 comentario:
La foto con el difunto... lo siento
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